¡Ya estamos de vuelta! Tras una pausa obligada por el Covid-19 que nos ha dejado fuera de servicio por un tiempo pero… ¡No pudo con nosotros y aquí estamos! Con las energías recargadas, para seguir escribiendo sobre todo aquello que nos interesa y os interese sobre el mundo del queso y más.
La genialidad de nuestro alimento favorito es que existen mil variedades, por lo que según el tipo se conservarán de una forma u otra, como vimos en el anterior post, y lo mismo ocurre con los cortes.
Si caemos en el facilismo podríamos usar un simple cuchillo para cortar un queso. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que cada queso tiene su corte, no se puede cortar de igual manera un camembert que un parmesano.
Así pues, para cortar el queso parmesano Maia utilizaremos un cuchillo tipo punzón ya que, el parmesano no se corta, sino que se rompe en trozos irregulares como si fueran pequeñas rocas para mantener su textura granulosa y su apreciado sabor.
El queso corazón de gruyere Maia lo podríamos cortar en tacos para un aperitivo bien rico. En el caso del gruyere horma o barra, al ser de tamaños más grande, usaríamos el cuchillo de dos mangos ya que facilita el corte en piezas más pequeñas y precisas.
El cuchillo de hoja perforada lo emplearemos para cortar los quesos de pasta blanda como el camembert o el brie. Los agujeros del cuchillo ayudan a que el queso no se
quede pegado a éste y el corte sea más limpio.
El camembert con forma redonda Maia lo cortaríamos como si fuera un pastel desde el centro hacia los bordes formando pequeños triángulos.
Los quesos redondos como el Edam bola Maia se cortará primero en dos mitades, obteniendo cuñas que se cortarán a su vez formando triángulos iguales que irán desde la corteza hasta la cuña.
Los quesos se pueden cortar en lonchas, láminas, en pequeños trozos triangulares, en tacos… Nos guiaremos, por tanto, por su forma, su tamaño y su textura. Es decir, necesitaremos diferentes cuchillos y utensilios para cada queso.
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