Ahora que estamos en verano sería interesante saber cómo conservar los quesos. Si bien es cierto que la temperatura ideal depende de los diferentes tipos de quesos.
Es decir, los quesos de pasta dura tipo parmesano oscilarían entre los 8-12 grados; los de pasta blanda entre los 4-8 grados; los quesos frescos no deberían de subir de los 4 grados.
Es importante conocer la conservación de cada queso, sobre todo para no perder ninguna de sus propiedades como son su sabor o la textura. Si un queso se encontrara en una temperatura más baja de lo recomendado, su textura se podría endurecer, por el contrario, si están sometidos a temperaturas altas podría favorecer el desarrollo y crecimiento de moho lo que dañaría el queso.
En cuanto a su conservación en la nevera, el mejor lugar sería en los cajones de la verdura ya que es de las zonas más frías, envuelto siempre en su envase o en su defecto, con un papel film o recipientes herméticos, para evitar que los quesos se sequen y de esta forma mantengan su humedad.
Sobre la congelación del queso, no debería de congelarse ya que se trata de un alimento fresco. No obstante, si fuera el caso, todo depende, como no, del tipo de queso y es recomendable hacerlo siempre en pequeñas porciones.
¿Qué temperatura es la ideal para su consumo?
Una vez más, dependiendo de los tipos de quesos. No obstante, con todos se aconseja dejar atemperar una media hora antes y lo recomendable sería consumirlos entre los 18 y los 25 grados.
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